Venezuela
es un país repleto de bellezas naturales y forjadas por el hombre. Todas ellas
conforman un conglomerado de riquezas de gran valor turístico. Y además, la
calidez de su gente es el toque final para que quienes se aventuren a descubrir
las maravillas venezolanas deseen regresar una y otra vez.
Son
muchos operadores turísticos que apuestan por la explotación de nuestros
recursos. Pero hubo un hombre en particular que, aun no siendo venezolano,
apostó todo por Venezuela.
Se trata de Thomas Berry, Director General de Arekay
Tours.
Y
es que Thomas, británico de nacimiento pero venezolano por crianza, fue uno
de los principales impulsores del turismo dentro de Venezuela.
Disfruten
de un fragmento de la última entrevista que Revista Escape le hizo.
-¿Cuál es tu destino preferido en Venezuela?
-Eso
está difícil porque Venezuela tiene uno lugares bien bonitos. La última vez que
fui al Pico Bolívar nos cayó una nevada que yo decía: “no puede ser que estoy
en Venezuela”. Y eso es la maravilla de Venezuela, que hay de todo: playa,
montaña, desierto, selva. Pero cada lugar tiene su encanto.
El
Roraima, por ejemplo, cuando llegas arriba es otro mundo. Allí las ranas no
saltan porque no han evolucionado, no han tenido ese contacto con las demás
especies de ranas. Esta especie es autóctona de allá arriba, no se consigue en
ningún otro lugar del planeta, y por eso es importante preservarla.
-¿Cuál es tu destino favorito a nivel internacional?
-Esa
está difícil también porque el mundo tiene tantas maravillas. Londres es una
ciudad impresionante, pero prefiero vivir en Venezuela por el calor humano,
aquí la gente es muy amable.
-¿Qué destino a nivel internacional quisiera
conocer?
-Subir
el volcán Cotopaxi y el Chimborazo, son las dos montañas más altas de Ecuador.
-¿Qué te faltaría conocer de Venezuela?
-La
Trampa, queda en Táchira. Es un pueblo que quedó inundado, tú vas nadando y ves
el pueblo en lo profundo del agua, son como cinco kilómetros de nado. Tengo
amigos que han ido y me dicen que es alucinante. Superficie
-¿Qué gastronomía exótica venezolana has probado?
-La
que me ha costado un poco comer, pero uno cierra los ojos y lo intenta, ha sido
Gusanos de Moriche, en el Delta del Orinoco. Los Waraos, indígenas autóctonos
del lugar, basan toda su dieta en torno a la palma de Moriche.
Además
está el Cachiri, que es como la bebida alcohólica de los Pemones. La primera
vez que lo tomé fue en 1996 con unos amigos en el Roraima. Les preguntamos a
quienes nos dieron la bebida cómo se hacía el cachiri, y nos dijeron que las
señoras del pueblo mastican la yuca y la batata, y luego la escupen. Con la
saliva humana se fermenta. La bebida es muy buena.
Y
el Catara, que es un picante hecho a base del veneno de bachacos. En Pemón
tiene el nombre de Cumachi. Es fuerte pero buenísimo.
Thomas
Berry, amante de los viajes y deportes extremos, recomiendaba que, a la hora de
viajar, lo principal sea ir con una mente abierta, dispuestos a disfrutar el
viaje, y aprender e interactuar a profundidad con las personas originarias de
la región que se visite.
Hoy
hace ya una semana que Thomas, amigo y colaborador, emprendió un viaje eterno.
Paz a sus restos.
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