Hoy celebramos la llegada de los Reyes Magos a Belén para
conocer al Niño Dios. Sabemos que estos reyes llegaron guiados por una
estrella, y que trajeron consigo obsequios para Jesús pero, ¿qué significado
tienen estos regalos?
La versión más conocida de la historia de los Reyes Magos
cuenta que fueron tres: Melchor, Gaspar y Baltazar; cada uno de ellos le
entrega un obsequio al Niño Dios.
Melchor le obsequió Mirra.
La mirra es una sustancia rojiza aromatizada, hoy muy común para
la preparación de perfumes.
En la época del nacimiento de Jesús, la mirra era utilizada
para el aceite de la Santa Devoción, para uso en veneración y como bálsamo para
la Santa Sepultura.
La mirra vino a ser el regalo que anunció proféticamente la aflicción, el dolor, la
angustia, tiempos de amargura, sufrimiento y muerte de Cristo.
Gaspar le obsequió Incienso.
El incienso es una preparación de resinas aromáticas usado en
algunos casos para rituales religiosos. En aquel entonces se quemaba en el
Tabernáculo de Moisés y en el Templo de Salomón sobre el altar de oro del
incienso; era para uso exclusivamente sagrado.
Tenía un simbolismo en sí mismo muy profundo y espiritual.
Tenía que ser quemado en el santuario cada día y cada noche como ofrenda
agradable al Señor.
El incienso es el símbolo de Dios, representa su naturaleza divina.
Baltazar le obsequió Oro.
El oro es símbolo de realeza, dignidad, soberanía y autoridad.
Representa posición, gobierno y dominio. El oro como obsequio a los pies de Jesús
significó que los Reyes tomaban su realeza, posición y dignidad, y la sometían
al Gran Rey.
En resumen, el oro entregado por los magos a Jesús eran un
reconocimiento de su realeza; el incienso, un homenaje supremo a su divinidad y
la mirra, un anuncio a sus padecimientos como Redentor de la humanidad.
Fuente: Noticia al Día
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